En Castelldefels estuvieron encarcelados brigadistas de todo el mundo, habitualmente por ser desertores, aunque también por su falta de disciplina, por sus ideas políticas o por haber cometido algún tipo de delito penal.
Lógicamente, hubo muchas historias...
- Jean Dryja, brigadista de Eslovaquia nacido en 1906, se enamoró de una joven del pueblo, con la que se casó por lo civil. Al llegar la orden última de retirada, en enero de 1939, la tuvo que abandonar contra la voluntad de ambos. Ella estaba embarazada. Él no pudo volver nunca a Castelldefels. Pese a los avatares que una Europa en guerra reportó a su vida en los siguientes años, siempre recordó a Rosa, su hija (que continúa viviendo en nuestra ciudad), a la que, hasta que él murió, intentó enviar dinero periódicamente.
- Paul Wirta, nacido en Finlandia en 1907, vivía en Aberdeen (EE.UU.). Marinero mercante y sindicalista, el 3 de noviembre de 1937 se alistaba en el Batallón Lincoln. Luchó en Belchite, Caspe o el Ebro entre el 12 de febrero y el 29 de julio de 1938, cuando fue herido en su mano izquierda. Tal vez fue detenido como desertor después y apresado en Castelldefels. La vuelta a su país la hizo finalmente el 20 de diciembre. Como otros muchos brigadistas, en el año 1957 aún era investigado por el Comité de Actividades Antiamericanas por sus posibles relaciones con la Unión Soviética...
- Henri Lamotte, nacido en Francia en 1902, tras tres meses en el frente, desertó y estuvo detenido primero en Chinchilla, siendo trasladado después a Castelldefels en 1938. Fue el autor de muchos de los dibujos que se ven en la Capilla del Castillo.
- Antonio Stoffella, un italiano que había emigrado a Francia, y que también fue otro de los dibujantes de muchos de los grafittis que se conservan en la Capilla.
- Poul Erik Dreyer, danés, nacido en 1908, capturado en el mes de mayo de 1938 por desertor, fue testigo de torturas en Castelldefels, que publicó al salir en un libro.
- Alex Marcovitch, judío, nacido en el Reino Unido en 1914. Alistado en las Brigadas en 1937, pronto comenzó a criticar su funcionamiento, siendo arrestado a finales de junio de 1938 por haberse dormido en una guardia. Después de pasar por una compañía disciplinaria, el 8 de julio de 1938 fue enviado al Castillo de Castelldefels durante seis semanas. Fue repatriado en enero de 1939.
Comentarios