¡CABALLEROS DE LA LIBERTAD DEL MUNDO, BUEN CAMINO!

Durante el año 1938 se suceden los intentos de los organismos internacionales para poner fin a la guerra civil. La República era consciente de su debilidad y el gobierno de Juan Negrín intentó conseguir algún acuerdo. Una de las cartas que jugó fue la de tratar de desinternacionalizar el conflicto. Para ello, el gobierno republicano hizo público el 21 de septiembre su compromiso de retirada de las Brigadas Internacionales, a la espera que esta decisión sirviese para que las potencias europeas presionasen a Franco.
El 23 de septiembre de 1938 los brigadistas vivieron su último día de combate. A finales de octubre, se sucedieron los actos de homenaje por diferentes ciudades españolas, el mayor de los cuales fue el desfile celebrado en Barcelona el 28 de octubre. La ciudad se despertó llena de pancartas y carteles alusivos a las Brigadas Internacionales, que marcharon por la Avenida 14 de Abril (actual Av. Diagonal), ante el gobierno de la República y de la Generalitat, y de más de 300.000 personas, en un ambiente altamente emotivo, con un discurso histórico de Dolores Ibárruri.
La mayoría de los brigadistas supervivientes intentaría volver a sus países, encontrándose al volver con diversos problemas dado el rápido inicio de la Segunda Guerra Mundial y, más tarde, por ser sospechosos de ser comunistas, una vez iniciada la guerra fría.
El Real Decreto 39/1996, de 19 de enero, concedía la nacionalidad española a los brigadistas. De esta manera se cumplía la promesa que les hizo Juan Negrín cuando abandonaron España.
El 4 de octubre de 2008, el Consejo de Ministros aprobó un decreto por el que se concedía la nacionalidad española a los brigadistas internacionales que habían sido obligados a renunciar a la suya por haber luchado en defensa de la República Española.

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