LA CÁRCEL DE LOS BRIGADISTAS EN EL CASTILLO DE CASTELLDEFELS

Tras el cierre de las cárceles disciplinarias propias en Campo Lukacs (Albacete) y otros lugares de Albacete, por el avance de las tropas franquistas, André Marty decidió establecer una nueva cárcel para brigadistas en el Castillo de Castelldefels desde finales de marzo de 1938 hasta el 22 de enero de 1939, un día antes de la toma de la ciudad por el ejército de Franco.
No hay cifras seguras sobre la cantidad de detenidos, pero hubo en algunos momentos cerca de 400, que convivían en unos espacios muy pequeños.
Tuvo cuatro directores: Milan Côpic (responsable antes de una cárcel en Albacete); Marcel Lantès (desde junio de 1938); Djordjevic (septiembre de 1938), y Pietro Celli (hasta enero de 1939). Un quinto responsable, Tony DeMaio, parece que se encargaba específicamente de los presos de los Estados Unidos.
El régimen de la cárcel fue muy duro con los dos primeros directores, con muchos casos de torturas y ejecuciones extrajudiciales. Al conocerse la situación, las autoridades republicanas intervinieron. Côpic y Lantès fueron juzgados y condenados a muerte, pero no se llegaron a ejecutar sus sentencias.

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